Era una mañana tranquila, estaba bebiéndome un café en el Centro cuando de repente empecé a oír una música que provenía del Muelle. Me fui a ver qué era lo que estaba pasando y lo que me encontré, fue lo que más me sorprendió. Allí mismo, donde yo estaba, había un increíble crucero musical, lleno de luces.
Me quedé atónita al ver lo grande que era, y cuando entré, el recibidor era una pasada. Había hasta un elevador para subir a la siguiente planta, así que estuve husmeando por todo y decidí ir a la puerta del restaurante.
Entré, y me encontré con un comedor y una disco en la misma sala, así que pedí una pizza. Me senté en una de las mesas, y estuve escuchando la rítmica música que emitían los altavoces controlados por el puffle dubstep. Estuve allí un rato, hasta que me quedé con ganas de ver más cosas, algo más profundo.
Subí por las escaleras, y me topé con que allí se celebraban conciertos cada cierto tiempo, pero preferí quedarme un rato en la borda, observando el hermoso mar y escuchar las olas chocando en el barco (procurando que no se rompiese). Estuve muy contenta de estar allí, y me lo estaba pasando muy bien.
Horas después, cuando ya estaba un poco más aburrida, estaba de nuevo en el recibidor del barco y estaba algo cansada y dormida. Cuando quería disponerme a ir a mi camarote, oí algo subterráneo y me fijé en unas escaleras que bajaban hacia abajo. Yo tenía ganas de saber qué era lo que había pasado.
Bajé por las escaleras y me encontré con una sala de control gigantesca. De repente vi lo que estaba pasando, nadie estaba controlando el barco y estábamos fuera de control. Empecé a asustarme de verdad, e intenté hacer las diversas tareas que había que hacer para que todo marchase bien. Empecé a hacer todas las tareas del barco, intentando que no se incendiase nada.
Empecé avisando a todos los tripulantes del barco que mantuvieran la calma, cosa que hicieron mientras que yo intentaba solucionar lo que estaba pasando aquí abajo. Comencé echando carbón dentro del fuego y seguidamente controlando el gas que salía de los tubos del barco, algo bastante difícil.

Luego me encargué de la gotera de las tuberías e intenté arreglarlas lo mejor que pude. Intenté sujetarme bien a la escalera que había cogido prestada, pero se tambaleaba y me daba miedo caerme. Cogí dos cubos y mientras arreglaba la presión del gas, en los cubos caería el agua de la gotera.

Horas después, todo se solucionó, y simplemente me limité a celebrarlo yendo a hacerle una pequeña visita a Franky, que al parecer se sentía más solo que la una. Estuve hablando con él, y le pregunté qué tal iba todo eso de los conciertos y los fans, y él me respondió que muy bien y se alegraba de estar allí.
Al final, volví a casa muy feliz de haber pasado esas vacaciones tan locas y a la vez tan divertidas. Me sentía feliz porque por fin había conocido a Franky y hasta me dio su autógrafo, cosa que me ilusionó tanto, que enmarqué la foto que me hice con él en un cuadro. ¡Fueron unas vacaciones geniales!
(FIN)









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